Capítulo 5: Dolphins @ Panthers

Capítulo 5: Dolphins @ Panthers

Cuando los Dolphins visiten a los Panthers en la Semana 5, no solo estarán enfrentando a un rival necesitado de oxígeno, sino a su propio reflejo: un equipo que intenta reencontrarse con su esencia tras perder a su mayor fuente de explosividad.
La lesión de Tyreek Hill —que lo dejará fuera por el resto de la temporada— obliga a Mike McDaniel a reimaginar su ofensiva y probar si su sistema realmente puede sostenerse en estructura, no solo en talento.

Pero curiosamente, el primer indicio de que Miami puede sobrevivir sin él ya apareció la semana pasada.

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El punto de inflexión: la victoria ante los Jets

La victoria 27-21 sobre los Jets en Monday Night no fue estética, pero sí terapéutica. Por primera vez en semanas, el equipo se vio disciplinado, balanceado y con propósito.
McDaniel, criticado por su dependencia del pase y la falta de control en momentos clave, logró una ofensiva que fluyó con ritmo: De’Von Achane corrió para 99 yardas y un touchdown, mientras Darren Waller, en apenas su segundo partido con el equipo, emergió como pieza central con dos recepciones de touchdown.

Fue una noche en la que el sistema —no el talento individual— ganó el juego.
Miami movió las cadenas con ejecución, no con velocidad. Controló posesión, corrió con intención y mostró por fin un balance que hacía meses no se veía.
Esa victoria también salvó momentáneamente a McDaniel, cuya silla ardía tras un inicio 0-3. Más que por el resultado, por la sensación de orden: la ofensiva no se desmoronó sin Hill, y la defensa jugó con identidad.

El coordinador defensivo Anthony Weaver logró una actuación sólida de su unidad: Jordyn Brooks fue líder en tacleadas, Bradley Chubb incomodó en los bordes. No fue una defensa dominante, pero sí funcional. Y después de septiembre, eso ya era progreso.

Nuevo mapa ofensivo: el renacer de Waddle y Waller

Sin Hill, Jaylen Waddle deja de ser coestrella para convertirse en la pieza alfa.
McDaniel necesita que Waddle combine volumen con eficiencia, atacando rutas intermedias y liberando espacio para los demás.
La incorporación de Darren Waller llega justo a tiempo: su tamaño, manos y habilidad para explotar el centro del campo lo vuelven el sustituto natural del impacto de Hill, aunque desde otra dimensión táctica.

Si Tua logra química con él, el equipo puede compensar parte de la pérdida vertical.

El otro punto clave es mantener el balance terrestre.
El tándem Achane–Gordon no puede ser decorativo. Cuando Miami corre más de 25 veces por partido, el ataque luce estructurado y Tua no se precipita.
La ofensiva del lunes fue un recordatorio: los Dolphins no necesitan velocidad cada jugada; necesitan control.

Del otro lado: los Panthers y el ascenso de “T-Mac”

Carolina también llega herido. Su corredor titular Chuba Hubbard quedó fuera por una lesión en la pantorrilla, y el recién adquirido Rico Dowdle asumirá la carga en el backfield. Es un corredor más físico, menos elusivo, lo que cambia el ritmo ofensivo.
Eso deja todo en manos del joven quarterback Bryce Young y del receptor novato sensación Tetairoa “T-Mac” McMillan, el pick #8 del Draft 2025.

McMillan ha sido una revelación: físico, técnico y confiable. A pesar de molestias en la pierna, lidera a Carolina en recepciones y yardas, y ya es el blanco favorito de Young.
Miami deberá evitar que “T-Mac” dicte el juego. Si logra limitar sus rutas verticales y forzar a Young a buscar segundas opciones, puede quebrar el ritmo de los Panthers.
Ahí será vital el trabajo de Jack Jones y Rasul Douglas, además de los apoyos de los safeties en cobertura mixta. Me gustaría ver a JuJu Brents.

Cómo contener a Bryce Young: la fórmula de Anthony Weaver

El plan contra Young debe enfocarse en incomodarlo desde el primer snap, no con volumen de blitzes, sino con inteligencia táctica.
Young sigue siendo preciso cuando tiene tiempo, pero sufre cuando el pocket se cierra desde adentro y debe improvisar bajo presión lateral.

Estas son las claves:

  1. Colapso interior con los DTs
    El novato ha mostrado poder y anclaje. Si puede empujar al centro y cerrar la visión frontal de Young, la ofensiva de Carolina pierde sincronía.

  2. Presión selectiva desde los bordes.
    Weaver puede usar a Chop Robinson y Bradley Chubb en “micro-blitzes” o stunts laterales. No buscan capturas inmediatas, sino forzar a Young a lanzar antes de tiempo.

  3. Coberturas mixtas post-snap.
    Mostrar “single-high” antes del snap y rotar a Cover-2 o Cover-3 luego del hike puede provocar lecturas erróneas. Young todavía tiende a confiar en su primera lectura.

  4. Contención disciplinada.
    Aunque no corre mucho, Young extiende jugadas saliendo del pocket. Miami debe evitar sobrecorrer y mantenerlo encerrado, especialmente con los linebackers exteriores.

En resumen: menos persecución, más trampa. Engañarlo es más rentable que golpearlo.

Qué hacen bien los Panthers

Carolina es un equipo más ordenado que talentoso.
Su defensa aérea está entre las diez mejores de la liga en yardas permitidas, gracias a esquemas de zona bien ejecutados y a un perímetro sólido con Mike Jackson y Tre’von Moehrig.
El problema está al frente: las lesiones de Tershawn Wharton y LaBryan Ray han dejado su línea defensiva corta de profundidad, lo que podría abrir huecos para Achane.

Si McDaniel logra establecer el juego terrestre y usar play-action, Miami puede dominar la posesión del balón y desgastar a la defensa local.

Lo que está en juego

Ambos equipos llegan 1-3, con sensaciones opuestas:
Miami respira tras ganar sin su estrella; Carolina busca que su quarterback y su receptor novato den señales de vida.

Perderlo para Mike McDaniel sería reviviría el debate sobre su silla caliente

Predicción

Dolphins 20-14 Panthers

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