Los Miami Dolphins se preparan para pisar el próximo domingo la mítica cancha del estadio Santiago Bernabéu en Madrid, España, y enfrentar a los Washington Commanders en busca de su cuarta victoria del año; en lo que será el primer juego que celebre la NFL en tierras ibéricas.
Viendo por medio de un telescopio como los New England Patriots parecen volver a adueñarse de la AFC East y quitarle el dominio a los Buffalo Bills, el equipo del Sur de Florida se aproxima a su semana de descanso y encarar la segunda mitad de la temporada regular con más preguntas de las iniciales en esta recta final de campaña.
¿Podrán los Dolphins iniciar una verdadera carrera rumbo a los playoffs en diciembre?.

Tras la sorpresiva victoria ante Buffalo y con Washington, New Orleans y los Jets en el horizonte, el optimismo ha vuelto a instalarse entre muchos aficionados de Miami. La posibilidad de que el equipo encadene varias victorias y se meta de lleno en la pelea por un lugar como Wild Card en la Conferencia Americana vuelve a ilusionar a más de uno. Sin embargo, otros seguidores, más escépticos o simplemente realistas, aseguran que esta historia ya la han visto antes.
No hay que buscar demasiado para encontrar un precedente. Hace apenas un año, Tua Tagovailoa regresaba tras perderse cuatro partidos y, con un récord de 3-6, los Dolphins lograron hilar tres victorias consecutivas que hicieron soñar a los optimistas con un boleto a los playoffs en la recta final de la temporada 2024. Pero el desenlace fue el mismo de tantas otras ocasiones: un cierre decepcionante que dejó al equipo fuera de la postemporada en la última semana, alimentando la frustración de una afición que ya está acostumbrada a ese tipo de finales.
¿Podrá la historia repetirse del 2024 al 2025?.

Los Miami Dolphins a partir del próximo domingo enfrentaran a tres rivales que tienen una combinación de siete victorias por veintitrés derrotas; si bien, Miami tampoco puede presumir de tener un mejor año que sus siguientes adversarios, la realidad es que si el equipo muestra la consistencia que mostró en su victoria ante Buffalo no suena nada descabellado pensar que los Dolphins pueden hilvanar victorias seguidas y que ponga a soñar a más de uno con un boleto a los playoffs con el riesgo de recaer en el síndrome del 2024 y de otras temporadas en el pasado.
¿Existe algún motivo real para tener esperanza en este 2025? Por más rudo o cruel que suene, la respuesta sencilla es “no”. Es cierto que los Dolphins han mostrado mejoras en comparación con el inicio de la temporada. La defensiva, que hace algunas semanas parecía una de las peores de la liga, ha dado un salto notable. Ese progreso merece reconocimiento para el coordinador defensivo Anthony Weaver, quien, pese a la ausencia de Jaelan Phillips y otras figuras lesionadas, ha logrado que ese costado del balón deje de ser una debilidad.
En ofensiva, Jaylen Waddle busca dejar de ser un actor secundario y asumir un papel protagónico con actuaciones más consistentes. Y De’Von Achane se ha consolidado como el jugador más valioso del equipo. Sin embargo, los principales líderes —el head coach Mike McDaniel y el quarterback Tua Tagovailoa— continúan mostrando la misma irregularidad que los ha caracterizado. Su única constante parece ser un techo limitado, lo que obliga a considerar seriamente un cambio de dirección en esos puestos rumbo a 2026.
¿Cuál es el objetivo de seguir apoyando en este año si no hay esperanza?.

Si bien es cierto y que derivado de las políticas de la NFL a lo largo de los años que por más malo que seas recibes el premio de poder seleccionar a los mejores jugadores del draft el siguiente año; la realidad es que el draft siempre será una ciencia inexacta que no necesariamente te hace mejor equipo a la siguiente temporada. No se trata de seleccionar primero o tener más selecciones, por supuesto que eso ayuda, pero lo más importante es tener la capacidad de poder seleccionar el personal adecuado y en eso Miami ha fallado constantemente.
En el deporte cuando apoyas y te definas por un equipo siempre vas a querer que gane, es la esencia del juego, celebras las anotaciones de tu equipo favorito y te molestas con sus errores. Gastas tiempo y dinero en el equipo de tus amores, es cierto que con Miami recientemente llegas a un hartazgo y quieres que llegue ese mesías que transforme al equipo; sin embargo, no sabemos si los Dante Moore, los Fernando Mendoza o los Ty Simpson lleguen a ser lo que se espera de ellos. Lamentablemente la historia nos indica que por más buenos que parezcan en el colegial, su cambio al profesionalismo es un paso gigantesco. Cada quien puede querer lo mejor para los Miami Dolphins en diferente manera y es entendible que deseen ver perder al equipo para logar una mejor posición de cara al draft con el fastidio de varios años obscuros; pero, mi recomendación es apoyar al equipo y festejar cada triunfo en el presente porque para vaticinar nadie sabe lo que nos prepara el destino.