Decir que Miami ganó en el Levi’s Stadium de Santa Clara es pecar de modestia. Con un contundente marcador de 43-17, los Miami Dolphins del coach Brian Flores exhibieron por completo a los San Francisco 49ers, quienes, tras varias lesiones y bajas de juego, han pasado de ser uno de los equipos contendientes, a una franquicia que podría estar buscando una renovación ofensiva total para el próximo año.
Mientras las lesiones han desarmado a los 49ers, el coach Flores y su staff aprovecharon el regreso de elementos claves como Byron Jones y Clayton Fejedelem para estabilizar y dar flexibilidad a una defensa que se mostró dominante sobre una ofensiva que ni Garoppolo. Beathard o Mullens pudieron hacer funcionar. Los pocos puntos de los locales vinieron como producto de llamadas cuestionables por parte de los oficiales, que les resolvieron situaciones críticas.
En resumen, la defensa de los Dolphins tuvo una tarde gloriosa donde presionaron constantemente a los pasadores gambusinos y acumularon 5 capturas (más otro par anulado por penalizaciones dudosas), un balón suelto forzado y dos intercepciones.
En la ofensiva, la filosofía de juego de Chan Gailey demostró una completa efectividad y Ryan Fitzpatrick usó a su favor todo duelo con ventaja, principalmente dado que 49ers no contó con algunas de sus estrellas en el frente defensivo. Así, Miami tuvo exceso de tiempo para aprovechar el abrumador dominio que Preston Williams, Mike Gesicki y DeVante Parker tuvieron contra una débil secundaria californiana, llevando a lograr más pases largos de los esperados.
Con esto se silenciaron las voces que pedían el debut del novato Tua Tagovailoa, pero otro novato fue usado como mariscal de los Dolphins. Haciendo una adecuada descripción, Lynn Bowden participa como mariscal de la formación Wildcat, donde este domingo tuvo una modesta participación acumulando apenas cuatro yardas en tres intentos, pero resolvió un importante primero y diez.
El único punto cuestionado fue Jakeem Grant, quien tras una semana donde estuvo varios días enfermo, tuvo una mala actuación, soltando un balón en un regreso de patada, fallando una corrida en una jugada reversible y un pase en una tercera oportunidad. En cualquier otro partido, estos errores habrían impactado negativamente, pero debido a la superioridad mostrada, no pasa de un comentario menor. Yo lo entiendo como una falta de juicio por parte de los entrenadores, ya que claramente Grant no debió participar en ese juego al no estar completamente repuesto.
Por si aún creen que Chan Gailey vino como el clásico coordinador ofensivo a cambiar las prioridades y marcar un estilo de ofensiva, habrá que resaltar que el experimentado entrenador regresó a Miami más que nada a preparar un nuevo coordinador ofensivo. El entrenador de mariscales de los Dolphins, Robby Brown es el alumno más brillante que un maestro pueda imaginarse; apenas vamos hacia la sexta semana y ya es amo y señor de las opciones ofensivas. La comunicación entre Ryan Fitzpatrick y el coach Brown es poco notoria, pero el novato Tua Tagovailoa y Robby Brown aparecen recurrentemente comentando y ajustando las jugadas, mandando voces y facilitando el trabajo del veterano coordinador. Nadie se extrañe que este nerd sea nombrado el coordinador ofensivo cuando Gailey decida regresar a disfrutar de tiempo de calidad con sus nietos.
La parte triste de este triunfo es que las lesiones vuelven a hacerse presentes y el tackle nariz del equipo, Davon Godchaux sufrió un desgarre en los músculos del pecho y requerirá varias semanas de recuperación, causando un probable fin de la temporada para él. Tras varias evaluaciones médicas, fue enviado a la lista de lesionados del equipo. Zach Sieler y el novato Raekwon Davis llenarán el inmenso hueco dejado con la salida de Godchaux.
Por su parte, el apoyador Kyle Van Noy trae una lesión en la ingle y es casi un hecho que jugaría limitado este fin de semana. Sin Van Noy, los Dolphins deberán hacer muchos ajustes que pueden mermar a esta defensa.
Esta semana, en el Hard Rock Stadium, Miami recibe a los Jets de New York (que técnicamente son de New Jersey) y los Dolphins como pocas veces aparecen como claros favoritos en todas las casa de apuestas. Sin embargo, como todo duelo divisional, puede ofrecer todo tipo de sorpresas y lo último que debe hacer el equipo es subestimar al rival.
Los Jets de Adam Gase llegan en modo desesperado, van 0-5 en la campaña, acaban de deshacerse de DeVeon Bell, su jugador más reconocible y dado que Sam Darnold fue descartado para iniciar por los Jets, la responsabilidad de buscar la primera victoria de 2020 recae en los hombros del mariscal Joe Flacco.
Otra baja posible para los visitantes, es la ausencia o limitada presencia de su estelar liniero novato Mekhi Becton, quien viene lidiando con una lesión en el hombro.
A la ofensiva, se espera que Miami tenga un gran juego, sin igualar la exhibición de la semana pasada, ya que la defensa de Jets tiene elementos para limitar el ataque.
Pero el duelo entre la defensa de Dolphins contra el ataque de los visitantes resulta en un total misterio. Si bien Miami podría tener una tarde gloriosa, ya que la ofensiva de Jets ha resultado completamente inoperante y sin la protección de Becton, se proyecta una línea muy frágil, las limitaciones de Van Noy podrían obligar a involucrar elementos que abran opciones para Joe Flacco y el ataque terrestre de los neoyorquinos.
Pero este juego no es uno más del calendario, Adam Gase busca revancha contra Miami, quiere demostrar que, contrario a todos los comentarios, es un competente entrenador en jefe. De igual manera, varios Dolphins querrán mostrarse ante el entrenador que los ignoró cuando Gase mandaba en Miami.
El pronóstico
Para esta semana, Miami la tendrá más complicada de lo esperado, pero los Jets simplemente no tienen la disciplina para resolver un juego ante un motivado cuadro de los Dolphins. Al final y más que nada, aprovechando las pifias ofensivas de los visitantes, veo a los Miami Dolphins haciendo felices a los apostadores.
Mi pronóstico: NEW YORK 13 – 24 MIAMI
