Las selecciones de mayor escrutinio en la historia de los Dolphins

Durante el Draft 2020, los Miami Dolphins realizaron once selecciones, incluyendo tres en primera ronda. Sin embargo, analizando a toro pasado, la efectividad de dicho reclutamiento fue por decir lo menos, cuestionable. El reclutamiento de la NFL no es una ciencia exacta, pero tras dos años, gran parte del capital de draft usado ese año lucen como elementos fallidos y gran parte de los objetivos que Mike McDaniel se ha fijado para su primer año como entrenador en jefe se concentran en sacar el mejor provecho al talento de esos jóvenes.

Pero si los reclutamientos recientes de los Dolphins habían contado con gran holgura, el caso de 2022 era situación inversa. Tras invertir gran parte del capital del Draft 2022 en canjes como el que trajo a Tyreek Hill a Miami, la franquicia del sur de la Florida contaba con escasos cuatro puestos en el reclutamiento 2022, incluyendo un par en séptima ronda. Esto obligaba a ser mucho más sesudos al seleccionar.

Así, Miami tuvo que esperar 102 turnos y fue hasta la tercera ronda que Mike McDaniel realizó su primer selección en el draft como entrenador en jefe de los Dolphins, incorporando al apoyador de la Universidad de Georgia, Channing Tindall. Una ronda más tarde, los Dolphins agregarían al receptor de Texas Tech, Erik Ezukanma. Finalmente, en la séptima ronda, Miami seleccionó al apoyador de la Universidad de California, Cameron Goode y al mariscal de campo de Kansas State, Skylar Thompson.

Con esto, se completó la clase más escasa de jugadores de los Miami Dolphins, estableciendo una estrecha relación entre el éxito de Tyreek Hill con la evaluación del Draft 2022.

La selección de Channing Tindall es sencilla de explicar; Tindall es un talentoso apoyador, excelente tackleador, quien, en la opinión de muchos expertos, debió ser seleccionado decenas de turnos antes de donde fue reclutado. Esta selección no solo es señalada como buena, sino posiblemente el robo del Draft, al integrar a los Dolphins a un titular instantáneo y posiblemente un jugador con calidad y efectividad dignos de más de un Pro Bowl.

Sorprendió a muchos que en su siguiente turno, Miami tomase un receptor, dadas las escasas opciones y entendiendo que habría más urgencia por integrar un corredor o un liniero ofensivo. La explicación que dió Mike McDaniel en la conferencia de prensa tras el draft es bastante clarificante. El coach mencionó que se concentraron en aprovechar las cuatro selecciones disponibles, buscando integrar jugadores que mejoraran sustancialmente el equipo y que fuesen difíciles de obtener de otra manera.

Con ello, daba a entender que las piezas disponibles en el draft no eran mejores a lo existente en el roster y que el equipo busca desarrollar el talento de sus jóvenes, dando un gran voto de confianza en los jugadores actuales y el cuerpo de entrenadores que han integrado los Miami Dolphins para esta campaña.

La incorporación del receptor Erik Ezukanma se explica como una oportunidad de aprovechar a un jugador con la talla y los movimientos para volverse un objetivo sencillo de ubicar que brinde alternativas y resuelva situaciones donde las defensas se concentren en anular a Hill y Waddle. Como todo receptor novato, se espera una curva de adaptación que podría limitar sus aportes durante 2022.

La selección de Cameron Goode confundió a muchos, pues es un apoyador externo que pasó inadvertido en el radar de muchos, pero es un gran caza-mariscales que además sabe jugar en el interior del campo, por lo que se rumora lo irán empleando en una diversidad de roles, con miras a que aporte profundidad y efectividad desde el día uno. La afición y algunos analistas han criticado extensamente esta selección, señalando que había varios linieros ofensivos y corredores de calidad disponibles. La realidad es que los scouts de los Dolphins lo tenían valorado como elemento de segundo día y que los entrenadores tienen un plan para desarrollarlo de forma acelerada.

Pero si tomar a Goode fue criticado y causó comentarios negativos en las redes sociales, lo de Skylar Thompson fue peor al extremo. Vale notar que se trata de un caso donde el equipo ha reclutado un mariscal de campo entre los últimos puestos del draft, cuando para muchos, pudieron esperar a incorporar alguno entre los agentes libres no reclutados.

Así nace el cuestionamiento ¿Por qué Skylar Thompson? La respuesta en una palabra es liderazgo. Thompson ofrece características únicas para el proyecto de Miami; es de la edad de Tua Tagovailoa, pero provee un aporte similar a Chris Streveler, con quién competirá por ser el tercer mariscal del equipo, para servir como elemento de desarrollo que permita preparar la parte más profunda del roster, brindando calidad, disciplina y competitividad.

El ex-mariscal de los Wildcats es conocido por tener un repertorio amplio de pases, ser disciplinado, y haber madurado bien tras su trayecto desde 2016 en Kansas State y posee excelentes habilidades atléticas. En resumen, se trata de un veterano disfrazado de novato, con mucho liderazgo, disposición y cualidades para apoyar al equipo.

Skylar parece destinado a robarle el puesto a Streveler, como el mariscal que emule en las prácticas a mariscales móviles como Josh Allen y que apoye el desarrollo de los jóvenes en la parte más profunda del roster. Es decir, Thompson no posee el juego de pies, ni la lectura de campo para considerarlo competencia directa de Tua, pero es adecuado para llevar las repeticiones que hagan crecer a los defensivos que requieren entrenar diariamente en contra de un mariscal que sepa poner pases complicados para la defensa, que resista golpes y ofrezca situaciones parecidas a los oponentes de los Dolphins.

Evaluando las opciones que tuvo Miami en esa selección, se explica que las prioridades de McDaniel pusieron a Thompson encima de las alternativas.

Carson Strong es un mariscal más completo que Thompson, pero muy inconsistente, pero resulta inadecuado para emular situaciones reales de juego a máxima velocidad, además de no ofrecer las herramientas para aportar algo relevante en 2022. Jack Coan es un buen mariscal, pero sin la madurez y consistencia que buscaba Miami. E.J. Perry es muy inteligente, probablemente lo más parecido a un Ryan Fitzpatrick en su año de novato, pero con muy poco desarrollo de su football. Algo parecido pasa con Cole Kelley y Dustin Crum, quienes no tienen suficiente control del balón para servir de inmediato y estarían muy por debajo de Streveler. El resto, incluyendo a Aqeel Glass, Eric Barriere, D’Eriq King, entre otros, son elementos inadecuados al ser faltos de toque, inconsistentes, y limitados en sus pases.

Así es que Skylar Thompson llega como un proyecto de mariscal que quizá entraría a jugar en caso de tragedias, pero de forma primaria se espera sirva como pieza clave del desarrollo de los jóvenes Dolphins desde su primer entrenamiento.

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