La situación actual de los corredores de los Miami Dolphins

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De manera extremadamente simplificada, una ofensiva se diseña pensando en varios factores, el primero es el personal que se tiene en la plantilla, el segundo es el tipo de oponentes defensivos que se enfrentará.

El primer punto implica conocer a fondo a los jugadores de las posiciones que en inglés se denominan “skill positions”, es decir “de talento”, lo cual incluye a mariscales, receptores y corredores, con el fin de implementar esquemas que exploten las fortalezas de quienes manejan el balón y son responsables de producir puntos. Debido a los roles múltiples que tienen las alas cerradas, a veces también se consideran dentro de este conjunto.

La idea es que si tengo un mariscal capaz de hacer todo tipo de pase, aproveche esa versatilidad, pero si por el contrario, hay limitaciones de brazo, se favorecen los pases con toque. Aquí tendríamos un ajuste en los esquemas, buscando rutas y enfrentamientos que maximicen las habilidades de los receptores.

Hay receptores altos, con capacidad de disputar un balón por arriba, a quienes debe dotarse de pases con cierta ventaja para aprovechar esa ventaja. Hay receptores veloces, a quienes conviene localizarlos desmarcados y generar importantes yardas tras la recepción. Hay extraños casos que se tiene un objetivo grande y con velocidad suficiente para retar a sus coberturas. El caso de Gesicki raya en considerarlo más un receptor de esta clase que un ala cerrada de vieja escuela.

Durante la campaña 2020, Miami tendrá dos tipos de mariscal. Aquel que tiene más inteligencia que brazo y aquel que es mucho brazo, pero cuestionable visión de campo.

En el primer caso, puede realizar la mayoría de pases, salvo aquellos que involucren extraordinaria potencia. Así hemos visto a lo largo de la extensa carrera de Ryan Fitzpatrick a un mariscal que adolece de condiciones para poner un pase de 20 yardas que tenga la potencia para vencer ventanas estrechas, pero pone pases a lugar que favorecen a receptores grandes como DeVante Parker o Preston Williams.

Por su parte, Josh Rosen tiene un brazo privilegiado, con el que es capaz de poner pases con mayor potencia, pero que requieren extrema familiaridad con sus receptores, aspecto que no ha logrado consumarse.

Se espera que el novato Tua Tagovailoa sea una mezcla de ambos y pueda expandir las opciones, situación que podría requerir algo de tiempo. La familiaridad con los receptores no se logra de inmediato y la transición de la velocidad del colegial al profesional no se consigue en unos cuantos entrenamientos.

Pero el verdadero cimiento para hacer funcionar la flexibilidad de un esquema ofensivo se esconde tras de los corredores, donde podemos dividir fácilmente las opciones como si se tratase de boxeadores, de acuerdo al peso. Cada vez más raros, pero hay corredores de más de 105 Kg, los cuales por la pura inercia de su peso suelen ser difíciles de detener sin ganar 2-3 yardas por acarreo, pero que por su corpulencia suelen requerir descanso o servir como elementos de bloqueo más que acarrear el balón directamente. Tales elementos suelen denominarse corredor de poder o Fullback, posición que en nuestros días pocos equipos mantienen en la NFL y cuyo mejor ejemplo es el legendario Larry Csonka de los invictos Miami Dolphins del ‘72.

Luego siguen aquellos corredores que pesan entre 95 y 105 Kg, quienes cuentan con suficiente velocidad y fuerza para desafiar a los defensivos rivales. Miami ha sabido aprovechar este tipo de corredores como Jim Kiick, Ricky Williams, Ronnie Brown, Lamar Miller y Kenyan Drake. Corredores más ligeros, suelen ser cuestionados para soportar la carga de acarrear la roca y mantener efectivo un ataque terrestre, pero suelen ser más elusivos, tal es el caso de Reggie Bush, Travis Minor y Mercury Morris.

Durante 2019, ante la transición que vivieron los Miami Dolphins, hubo situaciones de incomodidad por parte de Kenyan Drake y se deshicieron de los servicios del brillante corredor primario, lo que puso extensa responsabilidad en Kalen Ballage, un corredor que si bien en su mejor día llegó a anotar 8 Touchdowns enfrentando a los Red Raiders de Patrick Mahomes, tuvo una de las peores campañas para un corredor, con un patético promedio de 1.8 yardas por acarreo.

Ante eso, Miami ha traído varios refuerzos para esta campaña.

Jordan Howard es un corredor de poco más de 100 Kg, muy elusivo y con una efectividad que lo llevo al Pro Bowl en la temporada 2016. Tras su paso por Chicago Bears y Philadelphia Eagles, en los últimos años tuvo problemas con las lesiones y busca regresar a los primeros planos con los Dolphins.

En un canje realizado durante el Draft, los Miami Dolphins adquirieron al velocísimo Matt Breida, corredor muy ligero (88 Kg), pero de excelentes manos y quien argumenta ser el jugador más veloz de la liga. Sus tres temporadas con San Francisco fueron muy productivas y llega a Miami buscando aportar buenos acarreos.

Otro jugador que integra la plantilla de corredores es el novato Malcom Perry, quien fue reclutado en la séptima ronda del Draft 2020, pero es un caso singular, ya que es un arma ofensiva múltiple. Durante sus cuatro años en la Academia Naval, Perry cubrió las posiciones de mariscal, receptor y corredor, además de aportar importantes jugadas en equipos especiales.

Sus 80 Kg no lo ubican como candidato ideal para ser el corredor primario en 2020, pero su habilidad lo hace un as ofensivo importante en años por venir.

Además de estas adiciones, el grupo de corredores se integró por jugadores que estuvieron en 2019, incluyendo jugadores de segundo año como Patrick Laird y Myles Gaskin (quienes pesan menos de 90 Kg), así como el fullback Chandler Cox (108 Kg).

Miami le brindó una última oportunidad a Kalen Ballage, misma que no fue satisfactoria para los entrenadores y cuando ya se estaba gestionando cortarlo, hubo una oferta por parte de los NY Jets y fue canjeado de último momento a cambio de una selección condicional de séptima ronda.

La salida de Ballage trae una serie de cambios que resulta interesante de analizar.

Como parte de los preparativos para la salida de Ballage, los Dolphins reclamaron al recién liberado corredor novato de los 49ers, Salvon Ahmed, otro habilidoso corredor ligero que llega a pelear por un lugar, probablemente en la escuadra de prácticas de Miami.

Así, sin Ballage, el cuerpo de corredores queda con Howard como el único elemento con el prototipo de peso y habilidad para ser el corredor primario y un numeroso grupo de opciones como corredores habilidosos.

Ante esto, es muy posible que veamos un incremento de jugadas con un bloqueador/corredor de poder, donde además de Cox, Chan Gailey podría usar a elementos como Christian Wilkins o Elandon Roberts, quienes cuentan con experiencia en esas funciones.

Es decir, de forma similar al caso de la Wildcat en 2008 (esquema ofensivo implementado a partir de conceptos de los años 60’s donde el corredor recibía directamente el centro), los Miami Dolphins podrían rescatar páginas de libros de jugadas del pasado, con acarreos de balón en formaciones de poder con un explosivo y veloz acarreador o halfback que muchos equipos no podrán defender de forma eficaz.

Aún así, el papel de Jordan Howard será determinante para poder resolver el resto de la ofensiva de Chan Gailey y los Dolphins, así como la posible inclusión de elementos como Tua Tagovailoa a lo largo de la temporada.

No olviden compartir sus opiniones.

FinsUp!

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This article has 2 Comments

    1. Debe darse un poco de tiempo para ver si los novatos logran la adaptación suficiente, pues es claro que Flores busca que Jackson, Kindley y Hunt se involucren y desarrollen al máximo, sin exponer la salud del mariscal de campo en turno.
      Durante el podcast de la próxima semana se discutirán las proyecciones del roster incluyendo los eventuales titulares que se vislumbren.

      Saludos

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