Es un día histórico. No hablo de que se cumplen veintiún años del ataque terrorista del 11 de septiembre que cambio el mundo, sino de que estamos en un momento de transición que puede redefinir el destino del deporte en el Sur de la Florida. Han pasado 245 días desde el último partido de los Miami Dolphins en el Hard Rock Stadium y mucho ha cambiado desde entonces. Hay un nuevo entrenador en jefe, ya que tras a salida de Brian Flores, ha llegado Mike McDaniel, un genio ofensivo que ilusiona con crear una ofensiva explosiva, efectiva y espectacular como no se ha visto desde los tiempos de Dan Marino.
El cambio es más que evidente, los Dolphins arremetieron con un canje equivalente al que trajo a Ricky Williams a Miami, invirtiendo mucho capital de Draft en Tyreek Hill, uno de los hombres más impactantes en la liga en los últimos años y quien ha revolucionado al equipo, impulsando la confianza de Tua Tagovailoa y creando una alegre complicidad con Jaylen Waddle. Pero quizá no sea justo decir que los receptores serán las piezas principales de este show. El coach McDaniel es conocido por su capacidad de aprovechar las piezas ofensivas para desarrollar esquemas ofensivos creativos y complicados de defender y su fundamento es la carrera. El equipo trajo a Raheem Mostert y Chase Edmonds, dos corredores con gran capacidad técnica para ganar yardas con su velocidad y sus capacidades para seccionar huecos, hacer cortes desequilibrante y eludir derribos.
El entrenador McDaniel ha demostrado en poco tiempo que es capaz de sacar jugo al brazo de Tua, de armar una ofensiva que destaca por la velocidad y la efectividad, haciendo que estos sus Dolphins aparezcan como algo tan especial que el duelo de este medio día representa el arranque de una era brillante para Miami. Sin embargo antes de asumir que están listos para desafiar a los impresionantes Buffalo Bills (quienes demostraron ser de verdad al aplastar a los Los Ángeles Rams en el primer partido de esta temporada), los Dolphins tendrán un complicado sinodal al enfrentar a los New England Patriots, quienes pasan por su propia transición.
El rival
Durante su segundo año, Mac Jones comandará a unos Patriots que apuestan por fórmulas clásicas, con corredores muy fuertes y efectivos, alas cerradas enormes y de excelentes cualidades como receptores. Es sabido que su coach es un genio y que las trincheras de este equipo tienen talento supremo, y que por lo mismo representan un reto adecuado para evaluar si las expectativas depositadas en los Dolphins están justificadas.
El cuerpo de receptores de los Pats incluye a un viejo conocido, toda vez que DeVante Parker encabeza un grupo que podría llegar limitado tras algunas lesiones. Otro punto que puede jugar en favor de los locales es el clima, ya que si bien los bostonianos han arribado inusualmente temprano buscando aclimatarse, una real adaptación toma más que unos días y el calor de este domingo será especial.
Las claves del encuentro
- Miami debe frenar la carrera. Si los Dolphins fallan en derribar efectivamente y limitar las jugadas grandes del juego terrestre de los Patriots, este encuentro se complicará. Suena complicado, ya que los cambios defensivos han sido menos obvios, pero ese es el punto más importante a observar.
- Crear carriles de corrida. La línea ofensiva de Miami podría tardar en adecuarse a las ideas ofensivas de McDaniel y este primer juego servirá para medir cuanto trabajo resta por hacer al respecto, al menos en el cuadro titular. Miami debe crear superar las 100 yardas terrestres para doblar a los Patriots.
- Tua debe encontrar a sus receptores. No será necesariamente a Tyreek Hill, pero Tua debe echarse el equipo al hombro y localizar a sus objetivos para demostrar que está por buen camino este proyecto. En este partido el equipo ha activado de la escuadra de prácticas a River Cracraft quien podría ser el ingrediente sorpresa que destaque.
Esperemos un gran juego y a disfrutar la temporada.
FinsUp!!!
